Tierra de casas blancas y gente generosa con horizontes hasta donde alcanza la vista

Paseo histórico y profano entre Castelo de Vide y Marvão por antiguos caminos amurallados, con algunos tramos aún empedrados medievales. El roble negro, que forma pequeños bosques de alto valor ecológico en esta región, es una especie importante. Los últimos 3 km, siempre en subida, son un desafío que tiene como factor atenuante el magnífico, y bien conservado, sendero medieval que atraviesa los famosos castañares de Marvão.

Estamos en el Alentejo de las largas llanuras y esto empieza a notarse. La pendiente es menos pronunciada y las vistas se extienden más allá del horizonte.

Soledad y evasión en la inmensa llanura del Alentejo y muchos kilómetros sin ciudades ni posibilidades de abastecerse.

Hasta Évoramonte tendremos un largo recorrido de intimidad con el bosque de alcornoques y encinas, serpenteando entre el verde umbrío de los alcornocales y los edificios de las escasas fincas. Es vital que todo el mundo esté preparado, tanto física como mentalmente, ya que no es de esperar que encontremos apoyo en el camino. Es un inmenso camino de soledad.

Estamos en pleno Alentejo. Región muy poco poblada y con grandes distancias entre pueblos. Prepárese para un viaje en solitario. No desespere, en algún momento estaremos ahí para ayudarle.

Sólo tú y la carretera, un largo viaje que pone a prueba la robustez física y la capacidad de gestionar los bienes necesarios y una ausencia total de asentamientos

Hasta Évoramonte tendremos un largo recorrido de intimidad con el bosque de alcornoques y encinas, serpenteando entre el verde umbrío de los alcornocales y los edificios de las escasas fincas. Es vital que todo el mundo esté preparado, tanto física como mentalmente, ya que no es de esperar que encontremos apoyo en el camino. Es un inmenso camino de soledad.

Estamos en pleno Alentejo. Región muy poco poblada y con grandes distancias entre pueblos. Prepárese para un viaje en solitario. No desespere, en algún momento estaremos ahí para ayudarle.

Teniendo en cuenta las experiencias anteriores, la organización consideró necesario introducir cambios en esta fase.

Pronto publicaremos los detalles de la etapa.

Los largos caminos de arena anuncian la proximidad del mar y las manchas de bosque de alcornoques nos protegen del sol que puede ser inclemente

Partimos hacia una nueva fase de la carrera. Caminhamos a passos largos para zonas do litoral e isso começamos a dar conta com o tipo de vegetação, ar mais húmido e, por vezes, o cheiro a maresia.
Esta etapa discurre al principio del día por caminos rurales que forman parte de los senderos medioambientales de Monfurado. Senderos interconectados nos llevan a los distintos pueblos del municipio y acceden a algunos monumentos megalíticos.

Es una etapa larga, de 74 km, pero la de menor desnivel positivo. Los caminos de esta etapa permiten una navegación cómoda, sin grandes giros que suelen llevar a error a los más distraídos. La ruta tiene pocos pueblos y muchos kilómetros de asfalto.

Por fin el mar y las tranquilas playas del Sudoeste Alentejano

Vamos começar a sentir o cheiro a mar.

Saliendo de Santigo do Cacém, el tramo discurre por un paisaje caracterizado por la abundancia de bosques de alcornoques, antiguas ruinas, cursos de agua y caminos arenosos. La navegación continúa por senderos sinuosos y estrechos junto a pequeñas granjas.

La parte final de esta ruta combina la placidez verde de las pequeñas granjas, sus huertos y frutales, con una sensación de progresivo abandono. Al adentrarnos en las montañas viviremos momentos de puro deleite, por los paisajes inesperados, los impresionantes panoramas sobre la costa, la flora única y rica.

A lo largo de esta etapa hay muchos marcadores de grandes rutas de bicicleta de montaña que facilitan la navegación.

Los imponentes acantilados nos hacen darnos cuenta de nuestra pequeñez y disfrutar de la paz porque estamos casi al final de esta odisea

El mar, los acantilados, la arena.

La ruta nos lleva por un espectacular sendero costero a lo largo de los imponentes acantilados de la costa alentejana pasando por varios pueblos hasta Cabo Sardão, y durante 6 km, seguimos a lo largo de los acantilados con hermosas vistas sobre el mar. A continuación, seguimos una carretera asfaltada antes de descender por una pista de tierra hasta la bonita aldea de Odeceixe. Este pueblo marca la frontera con la costa del Alentejo. Entramos en el Algarve.

Las acequias de Odeceixe nos llevan por caminos de grava hasta Aljezur, el corazón de la Costa Vicentina. Estamos en el Algarve.

…y por fin el final de este pequeño pero glorioso Portugal.

Terminamos nuestro viaje donde hace 500 años los portugueses partieron a descubrir nuevos mundos.

Con el océano a un lado y colinas y valles al otro, bajamos hasta la playa del canal, con una vista única de la costa y la arena. Esta es la última etapa y todo parece unirse a un ritmo de nostalgia. El paisaje parece más tranquilo.

Con fácil seguimiento de la ruta, esta etapa tiene un terreno muy arenoso y algo de asfalto en la parte final del recorrido.

Terminamos este épico viaje en uno de los lugares más emblemáticos y representativos de Portugal: Sagres.